Pica, rasca, se cuela por las grietas... ¡pocas plantas están tan arraigadas en nuestra conciencia colectiva como la ortiga! Aunque sus mecanismos naturales de defensa nos hacen mantener las distancias, sus múltiples beneficios, desde la cocina hasta la cosmética, donde ayuda a regular el exceso de sebo, han protegido su reputación. Es la ocasión perfecta para acercarse a las plantas de la mano de la experta botánica Éva Dumaine, que nos habla de ellas con su propio estilo. Y activos naturales excepcionales.
Oh, la ortiga... ¡Aprendí rápidamente a comerla con mantequilla! Como a todo el mundo, las ortigas me picaron unas cuantas veces antes de que descubriera cómo acercarme a ellas con cuidado: por el tallo, moviéndome delicadamente hacia arriba por la parte posterior de sus pelos urticantes. A partir de ahí, todo fue sencillo: desde sopas, pasteles y ensaladas hasta infusiones y decocciones, ¡predico las virtudes de la ortiga a todo el que quiera escucharme!