Por desgracia, no solo la piel envejece, el cabello también. ¿Cuáles son los signos de envejecimiento del cabello? Pérdida de densidad o grosor.
Tanto en los hombres como en las mujeres, el cabello cambia con el tiempo. Con la edad, el cabello puede perder densidad y grosor, y el cuero cabelludo se debilita.
Algunos signos solo se perciben de cerca. Son muchos los síntomas del envejecimiento capilar: el pelo está más fino, apagado, sin fuerza, poroso, quebradizo... El cabello parece perder vitalidad en todos los frentes: crece más lentamente, es más frágil, más difícil de peinar y menos resistente a las agresiones externas. Para las mujeres, el cambio es notable, la coleta ahora está mucho más delgada... ¡Rápido, tu cabello necesita grosor y vitalidad! La solución: un producto antiedad a medida que nutra y revitalice el cuero cabelludo y aporte textura y densidad de forma natural.
La fisiología del envejecimiento del cabello
Con el tiempo, se produce una ralentización general de las funciones vitales y del metabolismo:
1. La microcirculación se ralentiza provocando la falta de nutrición del cabello
2. Disminución del tamaño del folículo piloso
3. Disminución del número de capilares sanguíneos que sostienen la raíz del cabello
4. Disminución de la producción de sebo: el cuero cabelludo se vuelve seco, incómodo y pierde su elasticidad.
Como consecuencia de la reducción de nutrientes y elementos esenciales, el bulbo produce un cabello de peor calidad. El cabello pierde su densidad, el diámetro del tallo capilar disminuye: es lo que llamamos «fibroporosidad». Cuanto más frágil está el cabello, más vulnerable es a las agresiones externas que aceleran el envejecimiento, es un círculo vicioso.
El cabello vive una media de 5 años en las mujeres y 3 en los hombres. Durante estos años, el pelo crece, se cae y vuelve a crecer siguiendo un ciclo fijo que se produce unas 25 veces en nuestra vida. La fase de crecimiento, llamada anágena, dura de 2 a 7 años y permite la producción de cabello. A esto le sigue una fase de reposo (fase catágena) durante la cual el pelo deja de crecer y, finalmente, la fase telógena, en la que el cabello se desprende de sus folículos y se cae.
Los pelos de nuestra cabeza no están en la misma fase del ciclo: crecen y se caen en momentos diferentes. Esto explica por qué todos perdemos ciertos pelos cada día. En condiciones sanas, el capital capilar asegura una masa importante de cabello hasta al menos los 75 años (25 ciclos de 3 años) para los hombres y 125 años para las mujeres, aunque el cabello tiende a ser menos grueso a partir de los 35 años.
Plantas seleccionadas cuidadosamente por Klorane para estimular de forma natural el crecimiento y redensificar el cabello.
Para devolver el grosor y la vitalidad al cabello, los laboratorios Klorane han elegido el olivo. De la oliva Koroneiki han extraído un agua rica en nutrientes, micronutrientes y antioxidantes que regenera de forma natural el cabello debilitado y dañado por el paso del tiempo, aportando textura, densidad y grosor.
Recuerda: la respuesta siempre está en la naturaleza. Tanto si has desarrollado un cabello fino con el tiempo, como si lo tienes por naturaleza, la solución es la misma: el extracto esencial de oliva y sus propiedades antiedad que dan grosor y vitalidad al cabello fino.
Una buena rutina de cuidado capilar debe tener 3 pasos, después de identificar las necesidades del cuero cabelludo y la longitud del cabello.