Controlar el exceso de sebo sin resecar la piel es el secreto de una rutina eficaz para las pieles mixtas o grasas. Descubre nuestros productos para el cuidado de la piel formulados con menta acuática BIO para una piel hidratada, purificada y mate con un efecto duradero.
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¿Crees que tienes la piel grasa pero tus mejillas se resecan en invierno? Tal vez tengas la piel mixta.
Para conocer tu tipo de piel, pon un pañuelo de papel sobre tu rostro durante unos segundos. A continuación, debes observar el pañuelo: si no hay manchas de sebo, tu piel es normal o seca. Si hay manchas de grasa notables en la zona T, entonces tienes la piel mixta. Por último, si ves grasa en todo el pañuelo, entonces tienes la piel grasa. Para evitar que los resultados se vean afectados, procura hacer la prueba en tu piel sin maquillaje.
La piel mixta tiene características de la piel seca y la piel grasa. Aquí cómo cuidar tu piel mixta con una rutina adecuada.
El tipo de piel es un atributo genético: si tienes la piel mixta, no puedes hacer nada al respecto. Sin embargo, es posible tratar las imperfecciones que suelen aparecer en las pieles mixtas, como el acné en la zona T o las irritaciones en las mejillas.
La piel mixta es a veces difícil de tratar: una crema hidratante es esencial para tratar la zona seca, pero también puede acentuar el exceso de sebo en la zona T. Asimismo, la exfoliación regular es necesaria para tratar la parte más grasa de la piel, pero puede irritar las mejillas. Las pieles mixtas necesitan un cuidado purificador que las exfolie suavemente y las hidrate en profundidad.
Los productos para pieles grasas suelen ser demasiado fuertes para las pieles mixtas que son sensibles a la irritación. Por eso Klorane ha creado una gama para pieles mixtas o grasas, con productos que tratan suavemente el exceso de sebo e hidratan las zonas secas.
La rutina ideal para las pieles mixtas consiste en 3 pasos clave:
La mayoría de los adolescentes tienen la piel grasa: esto se debe a las hormonas y a los cambios en su cuerpo. Sin embargo, en algunos casos, la hipersecreción de sebo persiste en la edad adulta. Aquí cómo purificar la piel grasa y controlar el exceso de sebo para conseguir una piel limpia y radiante.
Al igual que la piel mixta, la piel grasa es genética. Sin embargo, hay diversos factores ambientales que pueden acentuar la hipersecreción de sebo, como el estrés, la dieta, los cambios hormonales o el uso de productos cosméticos inadecuados. La contaminación también es un factor importante: las partículas contaminantes se adhieren al sebo, lo que impide que la piel respire y provoca aún más sebo. Este círculo vicioso hace que la piel saque brillos y sea propensa a las imperfecciones.
La piel grasa tiene tres necesidades principales: desintoxicar los poros de las impurezas acumuladas durante el día, regular la producción de sebo y proteger la piel de la contaminación y las agresiones externas.
La idea de que la piel grasa no necesita hidratación es un mito: la piel deshidratada produce aún más sebo para compensar la falta de agua. Las personas que tienen la piel grasa tienden a utilizar muchos productos agresivos, como exfoliantes y otros ingredientes matificantes que resecan la piel. Para cuidar adecuadamente la piel grasa, debes combinar un tratamiento seborregulador con una hidratación frecuente.
La rutina perfecta para la piel grasa incluye 3 pasos principales:
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