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La mascarilla es un paso esencial en el ritual de cuidado de la piel. Complementa perfectamente el ritual facial: proporciona un tratamiento profundo para detoxificar la piel y protegerla de forma duradera de las agresiones externas.
Entre las muchas mascarillas disponibles en el mercado, hay dos tipos diferentes:
- Mascarillas de belleza: dan un impulso a tu piel cuando necesitas despertar tu cutis rápidamente, por ejemplo, antes de una boda o un evento importante.
- Mascarillas de tratamiento: se pueden utilizar durante todo el año y tratan la piel en profundidad. Se utilizan como tratamiento de base.
Cada mascarilla está diseñada para abordar un problema específico. Por ello, hay una gran variedad de efectos: algunas mascarillas matifican la piel y tratan el acné, otras hidratan la piel seca en profundidad, otras le aportan más luminosidad...
Elige una mascarilla que se adapte a tus necesidades según tu tipo de piel. En general, las mascarillas sólidas (en polvo y en stick) son más adecuadas para las pieles grasas, mientras que las mascarillas en forma de gel o crema son más adecuadas para las pieles secas.
Nuestra mascarilla purificante en stick con menta acuática BIO y arcilla detoxifica la piel y absorbe las impurezas que se acumulan en los poros. Las propiedades antioxidantes de la menta acuática BIO funcionan como un escudo anticontaminación, mientras que las propiedades antibacterianas de la arcilla blanca combaten el acné y las imperfecciones. La mascarilla está enriquecida con extracto de aloe vera y glicerina, dos ingredientes activos que hidratan la piel en profundidad.
El formato en stick es fruto de la innovación de los Laboratorios Klorane: la mascarilla se aplica directamente sobre la piel sin utilizar los dedos, y el color permite una aplicación precisa.
Nuestra mascarilla de aciano BIO, diseñada específicamente para pieles normales y secas, rellena la piel y proporciona una hidratación profunda durante el sueño. El extracto de aciano BIO alivia las rojeces y los picores, y el ácido hialurónico hidrata intensamente la piel. Por la mañana, el rostro estará visiblemente regenerado y listo para afrontar el día.
Para que una mascarilla funcione, la piel debe absorberla suficientemente para que los ingredientes entren en los poros. Esto significa que los demás ingredientes de la mascarilla también entrarán en los poros, y es por eso por lo que la calidad del tratamiento es extremadamente importante. Busca mascarillas BIO que contengan el máximo de ingredientes de origen natural.
Estos son los mejores pasos para sacarle el máximo partido a tu mascarilla:
Empieza por desmaquillarte a fondo y limpia tu piel como haces habitualmente.
El método de aplicación depende del tipo de mascarilla:
- Mascarilla facial de papel: colócala en el rostro y crea una abertura para la boca, los ojos y la nariz.
- Mascarilla en polvo: aplica una pequeña cantidad de polvo en los dedos mojados y extiéndela por el rostro evitando los ojos y la boca.
- Mascarilla en crema: aplícala por todo el rostro (excepto en la zona de los ojos y la boca) y déjala secar durante unos minutos.
No es necesario cubrir el rostro con una capa gruesa porque la piel no puede absorber el exceso. Solo asegúrate de que tu cara esté completamente cubierta.
El tiempo de aplicación varía según la mascarilla: algunas actúan en menos de una hora, otras necesitan toda una noche para hacer efecto. Las mascarillas más rápidas suelen tardar media hora.
Una vez transcurrido el tiempo requerido, aclara con agua limpia para eliminar los restos de la mascarilla.
Hidrata tu piel después de retirar la mascarilla y aplica tus sérums y tratamientos habituales.
Para que la mascarilla sea eficaz, necesita tiempo para que la piel la absorba. Elige el momento adecuado para maximizar sus beneficios.
El mejor momento para aplicar la mascarilla es por la noche, cuando la piel está limpia y tiene tiempo de hacer su magia. También puedes dejarla actuar durante la noche para maximizar su eficacia.
Siempre después de la ducha o al menos un par de horas antes, ya que si se aclara demasiado pronto es posible que no aporte tantos beneficios.
La mascarilla facial puede aplicarse de 1 a 3 veces por semana, dependiendo de la sensibilidad de la piel.
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