Lejos de ser motivo de preocupación, la llamada caléndula de jardín toma su nombre de la palabra latina solsequia, «la que sigue al sol», ya que sus flores tienen la particularidad de abrirse al amanecer y cerrarse al atardecer. Son de color amarillo anaranjado, cuelgan de tallos delgados y florecen todos los meses, desde principios de primavera hasta las primeras heladas. Se recolectan desde la antigüedad por su capacidad para ser utilizadas en tintes (proporcionan un pigmento amarillo oscuro), algunos platos culinarios (con un pronunciado sabor agridulce en el caso del capullo y más sutil en el de los pétalos) y, sobre todo, por sus propiedades medicinales.
¡La flor dorada con poder calmante!
Como aún no hemos descubierto por completo todos los beneficios de la caléndula, la lista de sus propiedades beneficiosas no cabría en esta página, pero su alto contenido en flavonoides y faradiol la convierte en una campeona en la lucha contra la inflamación y la irritación de la piel. En Klorane, cultivamos la caléndula de forma ecológica en nuestras tierras de la región francesa del Tarn y cosechamos cada flor a mano a principios de verano.
Le hemos reservado un lugar especial en nuestras gamas de cuidado de la piel de los bebés. Gracias a sus propiedades calmantes y cicatrizantes, ayuda a reforzar la barrera cutánea en desarrollo del bebé y alivia inmediatamente todas las pequeñas irritaciones cotidianas de la piel.