Después de varios meses de estar en casa, las vacaciones de este verano seguramente serán diferentes. ¿Y si aprovechamos estas circunstancias excepcionales, y hacemos un esfuerzo extra por respetar el medioambiente? Estos son algunos consejos súper fáciles de aplicar.
Vacaciones para vos, y el planeta
Estas vacaciones, podemos hacer algo por el medioambiente. Te lo contamos en 5 pasos.
Una aventura ... cerca de casa.
¿Por qué buscar descanso, tranquilidad y hermosos paisajes en otro lado del mundo cuando podés encontrarlos cerca de casa? Este verano podés organizar escapadas o microaventuras: playas, aguas termales, lagos, sierras, bosques... todo disponible a unas horas en micro o tren.
Dejar el auto en el garage.
Para reducir significativamente tu huella ecológica, intentá dejar el auto en el garage optando, por ejemplo, por hacer un viaje compartido. Mejor aún, ir en micro o en tren permite trasladar una mayor cantidad de pasajeros con una menor contaminación ambiental.
Al llegar a destino, aprovechá y disfrutá el tiempo libre con caminatas o paseos en bicicleta: relajan, mejoran tu estado físico y te conectan con la naturaleza.
Ejercicio eco-friendly
Según un estudio de Science Avances, para el año 2050 se generarán 13.000 millones de toneladas de residuos en todo el mundo. Para contrarrestarlo, estas vacaciones en las rutas de senderismo o en las playas, te invitamos a hacer plogging.. Nacido en Suecia en 2016, este término, una combinación entre “plocka upp” (“pick up” en sueco) y “jogging”, evoca un concepto simple: correr recogiendo los residuos que se encuentran en tu camino.
Cocinar en casa, con productos frescos y locales
Estar de vacaciones no significa dejar de hacer cosas. A menudo, nos tomamos un tiempo de muchas tareas cotidiandas, entre ellas, la cocina. Sin embargo, no hay nada más ecológico que cocinar en casa, porque porque evitamos conservantes, o alimentos procesados, y consumimos productos frescos y de temporada.
Mantenernos frescos ... ¡sin aire acondicionado!
Mientras enfrían el interior de nuestra casa, los aires acondicionados arrojan el calor hacia la calle, aumentando la temperatura del ambiente hasta 2°C.
Además, el aire acondicionado contribuye al calentamiento global al consumir una enorme cantidad de electricidad, producida principalmente a partir de combustibles fósiles (gas y carbón). Según un informe de la Agencia Internacional de Energía, se espera que las emisiones de CO2 relacionadas al aire acondicionado se dupliquen para el 2050.
Para frenar esta loca carrera hacia la falsa refrigeración, todos podemos hacer algo. En verano, bajá las persianas ni bien el sol llega a tu ventana para evitar que tu habitación se caliente. Optá por usar el ventilador antes que al aire acondicionado ya que consume 10 veces menos electricidad. En el coche, a menos de 50 km / hora, es mejor abrir las ventanillas en lugar de utilizar el aire acondicionado. Si el aire es ultra necesario, usalo siempre en 24°C.